Rumored Buzz on superar las dudas
La resolución de este punto está muy ligada al primero; es decir, necesitamos trabajarnos y cuidarnos a nosotros mismos para no caer en la “necesidad”
El primer paso para gozar del verdadero amor es comprender en qué consiste y deshacernos de ideales dañinos.
Apoyo: Apoyarse mutuamente en las buenas y en las malas es un signo de amor verdadero. Este apoyo incondicional puede ser emocional, fileísico o incluso financiero.
Sin embargo, debemos tenerlo claro, la pareja perfecta en realidad es aquella capaz de resolver los problemas a través del respeto, del compromiso y de la estabilidad. Es no coincidir en todo, pero disponer de unos mismos valores donde trabajar en conjunto, por un mismo proyecto aceptando las diferencias.
Desde el ardor apasionado hasta el compromiso inquebrantable, descubriremos juntos las múltiples facetas de un sentimiento tan antiguo como la humanidad misma: el amor verdadero
El amor posible y actual está íntimamente emparentado con lo que en el lenguaje cotidiano podríamos enunciar como “querer mucho a alguien”, y que simplificado se puede definir como la sencilla y comprometida manifestación del “más puro interés que alguien es capaz de sentir por otra persona”.
De estos 3 conceptos derivan diferentes tipos de amor según los elementos presentes en la fileórmula del amor:
Al contrario de lo que solemos pensar, no es sano emparejarse tratando de que el otro llene los vacíos y huecos de nuestra alma. Esa tarea corresponde únicamente a cada uno de nosotros.
Dicho de otra manera: la persona que se ocupa de ti y siente que le importas, la que se alegra con tus logros y te acompaña en un momento difícil, la que respeta tus tiempos y tus elecciones.
No obstante se trata de un camino mantener el amor vivo de ida y vuelta: si deseas emparejarte con una persona sana has de sanarte primero. Así podréis construir el verdadero amor a diario a partir de pequeños actos de admiración, apoyo y respeto.
Los miedos hacia el futuro y hacia lo que pueda ocurrir con esa relación presente tampoco importa. Porque no hay temores, solo la convicción de que aquello que se quiere, se cuida y se disfruta aquí y ahora.
Reciprocidad: El amor verdadero es recíproco. Ambas partes se aman y se cuidan mutuamente. No se trata de un amor unidireccional.
La solidaridad implica estar presente y apoyar al otro en momentos de dificultad. Es estar dispuesto a compartir las cargas emocionales y enfrentar juntos los desafíos que la vida les presente.
Amabilidad: Tratar a tu pareja con amabilidad y consideración es un signo de amor verdadero. La amabilidad puede manifestarse en pequeños actos cotidianos de amor y cuidado.
Si el amor duele, significa que no es amor, que estamos confundiendo sentimientos y que nos estamos haciendo daño a nosotros mismos. Es decir, si percibimos que nos estamos ahogando ¿no es ya el momento de salir del agua?